Ensayo


DE ROJO A AZÚL



Por Gisela Patricia Henríquez Martínez

Desde la evolución del comercio a finales del Neolítico, época en que se descubrió la agricultura y se tomó la misma como fuente principal de ingresos familiares; el comercio ha sido proyectado en una línea que marcó el camino viable para la sustentabilidad personal y familiar. La evolución de este ha sido progresiva a las generaciones que le representan; y es por esta razón que sus esfuerzos han sido dirigidos a seleccionar un mercado existente que puede adquirir productos o servicios ofertados, generando así competitividad entre los oferentes de dichos productos o servicios. A esta acción de competitividad dentro de un segmento propio de mercado, se le denomina OCÉANO ROJO, cuya premisa radica en la comercialización y logística tradicional al contar con un producto o servicio que satisface necesidades de un grupo de persona determinadas, enfocándose estrictamente en la asignación de costos, políticas de venta, y sobre todo, el constante análisis de los competidores. Gracias a los avances en la aplicabilidad de acciones en las empresas, ha surgido una nueva estrategia que inició como un movimiento vanguardista que marcó un antes y un después en el enfoque de los objetivos empresariales, denominada OCÉANO AZÚL, que fomenta, más allá de integrarse a un mercado, generar nuevos cuyas características no se limiten por contribuciones tradicionales como la segmentación y menos la creación de nichos. Esta estrategia pretende hacer a un lado cualquier tipo de competencia desleal, creando así suficiente espacio para todas las empresas; aunque realmente, el principal factor que le diferencia de las estrategias de océano rojo, es la apertura genérica de un mercado que probablemente no esté siendo explotado; dentro de esto se hace un análisis exhaustivo para determinar qué necesidad no está siendo cubierta y cómo aprovechar esta oportunidad para satisfacerla y poder crear un nuevo mercado mucho más grande a partir de necesidades pequeñas. Si bien es cierto, continúa siendo muy vanguardista e innovador; y está, al menos en El Salvador, lejos de ser aplicada ya que se vive en un país competitivo por naturaleza y con mucho emprendimiento. Además, el suponer la aplicabilidad de esta estrategia, para muchos sería una mala inversión, por la forma en que se mueve el mercado y la economía, sin embargo no se deja de plantear la posibilidad de generar este tipo de estrategias aplicadas a las grandes, medianas y pequeñas empresas. Es un gran paso al futuro que podría beneficiar, no sólo a las empresas y sus colaboradores, sino también, a la comunidad en general. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Portada

Universidad Gerardo Barrios  Facultad Ciencias Empresariales Catedra: Consultoria de Mercadortecnia ...